En 1892, el canadiense William Osler, uno de los mejores médicos de todos los tiempos, sospechó que la artritis reumatoide, una afección relacionada con la esclerodermia, era un trastorno relacionado con el estrés. Hoy en día, la reumatología casi ignora esa sabiduría, a pesar de la evidencia científica de respaldo acumulada en los 110 años desde que Osler publicó por primera vez su texto.

Para ser efectivo, un médico tenía que escuchar al paciente, desarrollar una relación con él y también tenía que confiar en sus propias intuiciones. Esas son las cualidades que los médicos parecen haber perdido.

“La nueva disciplina de la psiconeuroinmunología ahora ha madurado hasta el punto donde existe evidencia convincente, presentada por científicos de muchos campos, de que existe una relación íntima entre el cerebro y el sistema inmunológico.  La estructura emocional de un individuo y la respuesta al estrés continuo pueden, de hecho, ser la causa de muchas enfermedades que la medicina trata pero cuyo [origen] aún no se conoce: enfermedades como la esclerodermia y la gran mayoría de los trastornos reumáticos, los trastornos inflamatorios del intestino , diabetes, esclerosis múltiple.etc

Qué es psiconeuroinmunología? Como aprendí, es nada menos que la ciencia de las interacciones de la mente y el cuerpo, la unidad indisoluble de las emociones y la fisiología en el desarrollo humano y durante toda la vida en la salud y la enfermedad. El sistema inmunológico tiene una fuerte conexión con la microbiota intestinal, la cual es sensible a las emociones, especialmente al estrés, la ansiedad y la tristeza. 

Algunos han llamado a este nuevo campo psiconeuroinmunoendocrinología para indicar que  el aparato endocrino u hormonal también es parte de nuestro sistema de respuesta de todo el cuerpo. La investigación innovadora está descubriendo cómo funcionan estos enlaces hasta el nivel celular. Estamos descubriendo la base científica de lo que hemos sabido antes y hemos olvidado, para nuestra gran pérdida.

Muchos médicos a lo largo de los siglos llegaron a comprender que las emociones están profundamente implicadas en la causa de la enfermedad o en la restauración de la salud.Una dieta equilibrada rica en alimentos ricos en antioxidantes y nutrientes puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. 

El ejercicio puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, lo que puede tener un impacto positivo en la función inmunitaria.Buscar apoyo ,meditar.Tratarte con amabilidad y comprensión, especialmente en momentos de dificultad, puede ayudar a mejorar el bienestar emocional y fortalecer la inmunidad. 

Los avances logrados por generaciones anteriores de médicos y científicos desapareció sin dejar rastro, como si nunca hubiera visto la luz del día.

Nuestro sistema inmunológico no existe aislado de la experiencia diaria. Por ejemplo, se ha demostrado que las defensas inmunitarias que normalmente funcionan en jóvenes sanos se suprimen en estudiantes  bajo la presión de los exámenes finales.

El proximo capitulo lo dedicaré a los neurotransmisores y como la genética de nuestros ancestros va a influir en nuestra vida de una manera científica.

 

 

 

 

 

 

 

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